Hoy quiero hablaros del mantenimiento de vuestro cierre o persiana metálica.
No hay duda que no poder abrir o peor aún, cerrar el cierre después de la jornada de trabajo no es una experiencia agradable ya que normalmente nos coge de improviso.
En este caso se suele recurrir a un servicio de cerrajería urgente pero el coste de la reparación siempre será mayor que un servicio ordinario.
Las cosas se rompen porque nada dura eternamente pero depende de nosotros que duren más.
Los cierres metálicos no son especialmente complejos o complicados y su sistema poco ha variado desde que se inventaron.
Lo que si varía es la calidad de su fabricación y montaje. En esto de los cierres no vale contar con el «cuñao» para ahorrarse unos euros. Aquí el detalle lo es todo y no me refiero solo a la estética. Unas lamas mal soldadas, holguras inadecuadas, ese eje que parece palo de una fregona, esa pizca de grasa que no cuesta nada y hace mucho, eso es lo que marca la diferencia.
Si observáis que el cierre ya no va tan fino como al principio, suena raro, se atasca o rebota al bajar el remedio no es echarles aceite a los carriles, a la larga es peor.
El problema en el 90% de los casos está arriba en el tambor y eso ya son cosas serias donde es importante que contéis solo con profesionales cualificados.
Hace poco nos encontramos con un caso de un cierre metálico de una clínica dental en Valdebebas que llevaba instalado solo un mes.
Desde el día que lo montaron empezó fallar, se atascaban las lamas, sonaba como si se fuera a caer todo. Los montadores no tomaron ninguna responsabilidad por solucionarlo y me imagino por qué,la respuesta es porque no tenían ni idea de cierres.
Habían puesto el cierre sin soldar previamente las lamas que acabaron desplazándose hasta cortar el cable de alimentación del motor.
El cliente confió en nosotros y le dimos la solución definitiva cambiando el paño completo ya que el viejo estaba inutilizable, La broma de 1200 € de la reparación era totalmente evitable si desde el principio hubieran contado con profesionales.
Bueno, para terminar os animo a que cuidéis vuestros cierres, un mantenimiento cada 2 años es suficiente y eso sí, que solo contéis con mano experta.